sábado, 28 de mayo de 2011

OCTAVO: LOS CLÁSICOS DEL TERROR

Frankenstein

En 1818 apareció por primera vez Frankenstein, una novela gótica creada por la autora inglesa Mary Shelley que, años después, fue traducida a una gran cantidad de idiomas y hasta inspiró versiones teatrales y cinematográficas. En definitiva, puede decirse que, con el paso del tiempo,Frankenstein se convirtió en un clásico universal.
A través de las vivencias de Víctor Frankenstein, un joven suizo que estudia medicina y está obsesionado por descubrir los enigmas del cielo y de la Tierra, la autora aborda cuestiones profundas vinculadas a la relación entre los hombres y Dios, la moral científica y la creación y destrucción de la vida.
En Frankenstein, el descontrol surge una vez que Víctor consigue crear un cuerpo a partir de la unión de diversos miembros pertenecientes a cadáveres diseccionados. Este monstruo ideado a partir de un experimento consigue huír del laboratorio y comienza a sentir odio hacia los seres humanos que lo rechazan. Como era de esperarse, la venganza por parte de esta endemoniada criatura no tarda en llegar y es así como la muerte, la culpa y la injusticia comienzan a salpicar a Víctor.
Tiempo después, el malvado ser aparece frente a su creador para prometerle que no le traerá más problemas a cambio de que él le cree una compañera. Conmovido por las palabras de su invento, Víctor accede al pedido y, en una isla de Escocia, establece un nuevo laboratorio con el fin de crear una nueva criatura.
Sin embargo, los remordimientos pueden más que la sensibilidad y el científico decide destruir este segundo invento antes de llegar a darle vida, razón por la cual el monstruo jura vengarse. Como resulta evidente, este afán de Víctor por investigar y resolver los misterios de la vida lo ha llevado a firmar, de alguna manera, el acta de defunción de familiares y allegados, pero también ha acabado con su propia existencia.

El hombre lobo
En relación al hombre lobo en particular, la leyenda, arraigada en las tradiciones europeas, parece estar inspirada en la figura de Lycaón, un mito griego que narra la historia del fundador y monarca de la ciudad de Licasura, que cometió la imprudencia de querer burlar a Zeus y el dios supremo lo condenó a él y a su descendencia convertirse en lobo. He allí el origen de la palabra licantropía (Lycaon -lobo- y anthropos -humano-)

En tiempos medievales, los relatos sobre hombres lobos estaban muy difundidos en territorio europeo y hasta principios de la modernidad, se los vinculaba con la brujería y la herejía: la acusación de licantropía tenía el costo de la hoguera. 

Padecer de hirsutismo (enfermedad que hace crecer excesivamente el vello corporal) era algo “sospechoso” que podía transformar al enfermo en una víctima de la inquisición. Ahora bien, mientras que los verdaderos hombres lobos, en realidad padecían la maldición de transformarse en bestias, los magos y hechiceros sin sufrimiento alguno, podían transformarse en hombres lobos a voluntad sin perder sus capacidades humanas en ningún momento.

En la actualidad, la leyenda del hombre lobo refiere por lo general a un ser humano que como consecuencia de alguna maldición, se convierte, en las noches de luna llena, en un animal salvaje que sale a cometer atrocidades, volviéndose peligroso incluso para sus seres queridos, ya que desgarra sin piedad a las víctimas y luego devora su carne cruda.

¿Por qué un humano puede llegar a convertirse en un hombre lobo? Al respecto existen diferentes versiones: haber sido concebido o dormir desnudo durante un plenilunio, cubrirse con pieles de lobo, haber sido víctima de un hechizo, pactar con el diablo, o ser el séptimo hijo varón en una familia (lobizón). Sin embargo, existía por mucho tiempo una explicación menos fantasiosa para este supuesto fenómeno y era que se creía que la mordedura de un lobo podía traer como consecuencia esta transfiguración bestial en la víctima.

¿Cómo defenderse de un hombre lobo?

Algunas tradiciones afirman que debe ser llamado tres veces por el nombre de pila o extraerle tres gotas de sangre mientras se produce la transformación. El exorcismo también fue una receta difundida, o también alguna planta medicinal. Pero lo más efectivo es dispararle con balas de plata bendecidas previamente por un sacerdote y confeccionadas con algún objeto de culto cristiano













El Vampiro

Sin duda alguna el vampiro como ser sobrenatural es una de las criaturas más fascinantes que existe. 


 Vampiro


El vampiro una criatura seductora

El vampiro siempre ha sido una criatura seductora por naturaleza, generando nuestras más profundas pasiones.

Lo cierto es que a través de los tiempos la figura del vampiro, la de ese seductor caballero aristocrático, sediento de sangre. 

Ese ser que despertaba los más profundos temores, de ser acechados en la noche, el protagonista de tantos relatos de terror ha ido mutando con el tiempo. A modo de ejemplo:

El mitico conde Drácula, ese ser maquiavelico, sediento de sangre y de poder. El caballero aristocrático por excelencia, lleno de poder, fuerza y dotes sobrenaturales de seducción, lograba generar esa fascinación en el lector que se encontraba deseando ser su presa.

Varios años después de la mano de Anne Rice y sus Crónicas vampíricas, aparecen unos vampiros si se quiere más modernos, más humanizados que los de siglos pasados pero aún así siguen siendo personajes sórdidos, sedientos de sangre. Tomando como ejemplo a Lestat el protagonista de las Crónicas Vampíricas, vemos en él a un personaje tremendamente carismático y seductor a pesar de ser muchas veces patético y maligno. Pero este tipo de vampiro también ha ido mutando al día de hoy.



Un nuevo fenómeno se ha instalado a raíz de la saga Crepúsculo. De aquellos vampiros, criaturas de la noche, regidos por los más profundos deseos, llenos de apetito sexual y sangriento pasamos a un vampiro del tipo Edward Cullen, que más parece una nueva versión del Principe valiente. Ya no más un acechador nocturno capaz de aterrorizarnos, podría extenderme más pero no quiero ganarme el odio de sus admiradoras.


Lo cierto es que esta criatura sigue siendo una gran fuente inspiradora y supongo que cada generación tendra´su propio tipo de vampiros, y más allá de las enormes diferencias de cada vampiro según la época, la pregunta de que es lo que nos atrae de este ser, sigue presente ...

3 comentarios:

  1. Una mañana de invierno una de las azafatas del avión que hacía cualquier ruta de vuelo se dirigía por el pasillo del avión hacia la cabina de mando después de atender a los pasajeros. Entonces se acercó a uno de los pilotos y le informó de que la cabina de descanso estaba libre. Entonces el hombre se levantó y se marchó a dormir un rato.
    Cuando el piloto entró en la pequeña cabina estaba totalmente oscura, pero al apoyar una mano en una de las literas notó un bulto. Había alguien durmiendo, pero la azafata le había comunicado que la pequeña cabina estaba vacía. Alumbró con una linterna de bolsillo hacia la cama y observó con sorpresa que había una niña de unos cinco años tumbada en la litera. La arropó con la manta y sin hacer mucho ruido salió de la habitación y cerró la puerta.
    Al momento fue a buscar a la azafata y le contó lo que había sucedido. Ésta, le dijo que era imposible porque no iban niños en ese vuelo. El piloto no se lo podía creer, el había tocado con sus propias manos el cuerpo de la pequeña.¡¡ Incluso notó su respiración mientras dormía!!
    Entonces la azafata con cara de preocupación le dijo – ¿Ve usted esa pareja de allí al fondo? ¿ La ve? repetía, dirigiéndose con la cabeza hacia una joven pareja con los rostros pálidos y demacrados.
    Sí, sí, por supuesto que los veo… afirmó el piloto.
    ¿Pero qué tienen que ver ellos en la historia?, preguntó con cara de intriga
    Se dirigen al entierro de su hija, ella va abajo en un ataúd, junto con el resto de mercancías…contestó ella.
    El piloto se quedó pálido al escuchar la noticia y salió corriendo a la cabina donde vio a la niña. Allí no había nadie. Se acercó al baño a refrescarse la cara y al mirarse al espejo se dio cuenta de que había escrito algo con un pequeño dedo, decía: Gracias por arroparme...

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  2. Siempre que se mande un correo electrónico, hay que asegurarse que la dirección es correcta. En Colombia un hombre salió de Bogotá; la capital, para pasar unas vacaciones en la calurosa ciudad de Cartagena. Su esposa estaba en un viaje de negocios y había quedado en encontrarlo allí al día siguiente. Al llegar al hotel en Cartagena, el esposo decide mandar un email a su esposa.
    Como no encontró el papelito en donde había anotado la dirección de ella, trató de recordarlo de memoria pero se equivocó en una letra y el mensaje fue a parar a la dirección de la esposa de un pastor protestante que había fallecido el día anterior.
    Cuando ella fue a revisar su correo, dio una ojeada al monitor, gritó de horror y cayó desvanecida en el piso. Al oír el grito, su familia corrió hacia el cuarto y leyó lo siguiente en la pantalla: "Querida esposa, acabo de llegar.
    Fue un largo viaje. Aquí todo es muy bello. A pesar de llevar pocas horas, me está gustando mucho. Ahora voy a descansar. Hablé con el personal y está todo preparado para tu llegada mañana. Estoy seguro de que este sitio te va a encantar. Besos de tu querido esposo.
    PD: Aquí el calor es infernal.

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  3. Vagando por las calles, su escalofriante lamento atemorizó durante siglos a todo aquel que lo escuchaba y generando unas de las leyendas urbanas más conocidas de Mexico. La Llorona - Un Alma en Pena

    Consumada la conquista y poco más o menos a mediados del siglo XVI, los vecinos de la ciudad de México se recogían en sus casas con el toque de queda, avisado por las campanas de la primera Catedral; a media noche y principalmente cuando había luna, despertaban espantados al oír en la calle, tristes y prolongadisimos gemidos, lanzados por una mujer a quien afligía, sin duda, honda pena moral o tremendo dolor físico.

    Las primeras noches, los vecinos se resignaban a santiguarse por el temor que les causaban aquellos lúgubres gemidos, que según ellos, petenecían un ánima del otro mundo; pero fueron tantos y tan repetidos y se prolongaron por tanto tiempo, que algunos osados quisieron cerciorarse con sus propios ojos qué era aquello; y primero desde las puertas entornadas, de las ventanas o balcones, y enseguida atreviéndose a salir a las calles, lograron ver a la que, en el silencio de las oscuras noches o en aquellas en que la luz pálida de la luna caía como un manto vaporoso lanzaba agudos y agónicos gemidos.

    Vestía la mujer un traje blanco y un espeso velo cubría su rostro. Con lentos y callados pasos recorría muchas calles de la ciudad, cada noche tomaba distintas calles, pero siempre pasaba por la Plaza Mayor (hoy conocida como el Zocalo de la Capital), donde se detenía e hincada de rodillas, daba el último angustioso y languidísimo lamento en dirección al Oriente; después continuaba con el paso lento y pausado hacia el mismo rumbo y al llegar a orillas del lago, que en ese tiempo penetraba dentro de algunos barrios, como una sombra se desvanecía entre sus aguas.

    "La hora avanzada de la noche, - dice el Dr. José María Marroquí- el silencio y la soledad de las calles y plazas, el traje, el aire, el pausado andar de aquella mujer misteriosa y, sobre todo, lo penetrante, agudo y prolongado de su gemido, que daba siempre cayendo en tierra de rodillas, formaba un conjunto que aterrorizaba a cuantos la veían y oían, y no pocos de los conquistadores valerosos y esforzados, quedaban en presencia de aquella mujer, mudos, pálidos y fríos, como de mármol. Los más animosos apenas se atrevían a seguirla a larga distancia, aprovechando la claridad de la luna, sin lograr otra cosa que verla desaparecer llegando al lago, como si se sumergiera entre las aguas, y no pudiéndose averiguar más de ella, e ignorándose quién era, de dónde venía y a dónde iba, se le dio el nombre de La Llorona."

    que bonita historia milena ☺

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